La observación es nuestra mejor herramienta para conocer a nuestros hijos y crecer como papás. Es especialmente útil cuando nuestros hijos aún no pueden expresarse verbalmente, pero es igual de importante cuando pueden expresarse.
A través de la observación aprendemos sobre necesidades, deseos, habilidades y retos. Podemos saber cómo ayudar mejor a nuestros hijo a ayudarse a sí mismo, así como adaptar nuestro entorno, actividades y la forma en que respondemos a ellos.
Algunos puntos importantes sobre lo que aprendemos al observar a nuestros hijos:
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Podemos darnos cuenta de los intereses y desafíos individuales de nuestros hijos.
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Aprendemos cómo nuestro hijo se comunica con nosotros.
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Encontrar patrones y posibles causas de comportamientos engañosos.
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Como reaccionan o responden a diferentes situaciones.
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Descubrimos cómo adaptar el entorno para satisfacer las necesidades de nuestros hijos.
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Adaptar nuestro estilo de crianza para adaptarse a diferentes temperamentos, sensibilidades y habilidades.
Aunque no es fácil y todos cometemos errores y reaccionamos de formas diferentes, cuando podemos dar un paso atrás y observar, es increíble ver lo que nuestro hijo realmente está comunicando con nosotros a través de sus comportamientos.